Disfrutar de unos días de vacaciones en un crucero fluvial es una experiencia única. Sin duda, es una manera muy diferente de conocer distintas ciudades, y en los últimos años, la demanda de cruceros fluviales ha aumentado considerablemente.
Historia de los cruceros fluviales
Las primeras rutas comerciales en el mundo se realizaron a través de los ríos, lo que hizo que surgieran nuevas ciudades y terminarán por consolidarse en sus orillas. Ciudades que hoy en día, tienen una gran relevancia y que cuentan con una historia realmente interesante.
Con el tiempo, las rutas se empezaron a utilizar también con fines turísticos y recreativos, y se han convertido en una manera muy atractiva, diferente y más tranquila de viajar a través de las vías navegables del interior de un continente.
Las rutas por Europa son las que cuentan con mayor fama mundial y experiencia. Recorrer los ríos Danubio, Rin, Sena, Duero y Guadalquivir, por mencionar los más destacados del viejo continente, es sumergirse en un crucero muy distinto a lo que ofrece uno marítimo.
Ventajas de los cruceros fluviales en Europa
Entorno
En los cruceros fluviales se está rodeado durante todo el trayecto de entornos naturales y en su recorrido se puede disfrutar de pueblos y aldeas de los afluentes más interesantes del río.
Comodidad para visitar ciudades
Asimismo, es sumergirse de lleno en los distintos destinos. Los buques fluviales pueden atracar en el centro de muchas ciudades, por lo que se puede acceder en pocos minutos a los lugares más turísticos de ciudades tan importantes como Viena, Budapest, Bratislava, Colonia, Ámsterdam, París, Oporto, Salamanca, Sevilla o Córdoba, entre otras.
Variedad
Los cruceros fluviales son una alternativa excelente para disfrutar de diferentes paisajes continentales desde un punto de vista muy diferente. Existe una increíble oferta de cruceros para conocer la historia de diversas ciudades europeas.
Sin duda, Europa es el continente estrella en itinerarios fluviales, pero también hay recorridos muy interesantes en otros continentes en los que poder visitar impresionantes ciudades y paisajes interiores a través de sus ríos navegables más importantes. El Nilo para conocer los templos más impresionantes de Egipto, descubrir parajes africanos espectaculares en países como Sudáfrica, Botsuana, Namibia o Zimbabue, o el río Mekong que atraviesa el sudeste asiático.
Ahorras tiempo
Uno de los motivos por los que los cruceros fluviales han ganado mayor popularidad es que a diferencia de los cruceros marítimos, se cuenta con mucho más tiempo y libertad para recorrer en profundidad los destinos que visitan.
Las escalas son más largas
Evidentemente, el tiempo de navegación es menor que en pleno océano o mar y siempre se hace noche en algún puerto. La ventaja de encontrarse siempre muy cerca de tierra hace que las visitas en sus escalas no estén sujetas a estrictos horarios y se puede tener más tiempo para conocer los destinos elegidos. Además del poder gozar en todo momento de unas vistas fascinantes.
La navegación es más suave
En cuanto a la navegación también es importante señalar que, si se tiene miedo a los mareos o a sentir demasiado movimiento, la opción de un crucero fluvial es ideal para aquellas personas que no se han atrevido con este tipo de viajes.
La sensación es muy diferente a un viaje marítimo u oceánico. El barco se desliza tan suavemente que hay momentos en los que es imposible apreciar si se está navegando o se está parado.
No están tan masificados
Por otra parte, la capacidad de viajeros en los buques fluviales es menor y no suele superar las 200 personas, lo que hace que se disfrute de una atención mucho mayor. Al ser barcos más pequeños facilita que la tripulación sea más cercana y que puedan personalizar más la experiencia a bordo con una atención muy cuidada.
Cómo veis, los cruceros fluviales tienen muchas ventajas respecto a los cruceros tradicionales para navegar por Europa. Eso sumado a la gran cantidad de rutas y navieras que hay lo convierten en una opción excelente para planificar nuestro próximo viaje por Europa.