Si estás buscando una escapada inolvidable en el Mediterráneo, Altea es tu destino ideal. Este encantador pueblo costero en la provincia de Alicante tiene todo lo que necesitas: playas hermosas, sol, ambiente y una oferta gastronómica que te hará la boca. Pero, ¿qué tal si le añades un toque de aventura a tu visita? Alquilar un barco es la mejor manera de explorar Altea desde una perspectiva completamente diferente.
Si no tienes licencia de navegación, no te preocupes, también puedes hacer estas rutas sin ninguna titulación alquilando barcos que no requieren licencia de navegación. Aquí podéis ver como alquilar barco sin titulín.
Cala de la Barra Grande
Esta cala es uno de los secretos mejor guardados de Altea. Solo accesible en barco, esta cala de unos 200 metros es perfecta para aquellos que buscan un lugar tranquilo y apartado. Se encuentra en la parte norte de Altea, cerca del puerto deportivo Marina Greenwich y del área de Mascarat. Es una cala menos conocida y más tranquila, ideal para aquellos que buscan alejarse del bullicio de las playas más concurridas.
Las aguas claras y la rica vida marina hacen que esta cala sea un lugar excelente para bucear y hacer snorkel.
Isla de la Olla
A tan solo unos minutos de la costa (unos 500 metros), la Isla de la Olla es otro destino que no puedes dejar de visitar. Este pequeño islote ofrece aguas claras y tranquilas, perfectas para nadar y explorar su vida marina. Además, las vistas de Altea desde la isla son simplemente espectaculares.
Otra forma divertida de llegar a esta isla es en kayak o paddle surf, eso sí, solo para nadadores experimentados. No intentes hacerte medio kilometro en kayak si es la primera vez que lo pruebas (no serias el primero).
Playa de Mascarat
Para los amantes de la aventura, la Playa de Mascarat es un destino obligado. Las formaciones rocosas y los acantilados que rodean esta playa crean un paisaje impresionante. Es un lugar ideal para los que quieran probar el salto desde las rocas o explorar las cuevas marinas cercanas.
Cómo puedes ver en la imagen, es un destino habitual para las embarcaciones pequeñas y medianas, pero con la ventaja de que no esta saturado de ellas como otras calas de España.
No te olvides de Altea…
No todo es mar y sol en Altea. Este encantador pueblo ofrece una variedad de actividades para disfrutar una vez que hayas desembarcado. Pasea por el casco antiguo y descubre sus calles empedradas y casas blancas adornadas con flores. La Iglesia de Nuestra Señora del Consuelo, con su cúpula azul, es un icono de la ciudad y ofrece unas vistas panorámicas impresionantes.
Si eres un amante del arte, te encantará saber que Altea es conocida por su ambiente artístico. Visita algunas de las galerías de arte locales y, si tienes suerte, podrías coincidir con alguno de los festivales de arte que se celebran durante el año.
La oferta gastronómica es otro punto fuerte de Altea. Desde restaurantes de lujo hasta tabernas locales, hay opciones para todos los gustos. No dejes de probar la paella y otros platos típicos de la región, siempre acompañados de un buen vino local.
Altea es un destino que lo tiene todo. Ya sea navegando por sus aguas cristalinas, explorando sus calas escondidas o disfrutando de su rica cultura y gastronomía en tierra firme, cada rincón de este pueblo mediterráneo tiene algo especial que ofrecer. Así que, ¿a qué esperas? Prepárate, alquila un barco y ven a descubrir por ti mismo la magia de Altea. ¡Te aseguro que no te arrepentirás!